Momento del acto
La secretaria general del PSOE de Córdoba y diputada en el Congreso, Rafi Crespín, ha inaugurado hoy el espacio de diálogo y reflexión ‘Socialistas Ecologistas’ en el anfiteatro del Jardín Botánico de Córdoba con un alegato que vincula “progreso, empleo, nuevas oportunidades y bienestar futuro” a una “agenda verde cimentada en políticas medioambientales potente y fuera de toda duda”.
En el primer acto celebrado en el foro bajo el epígrafe ‘Una agenda verde para garantizar el bienestar de hoy y de mañana’, el PSOE de Córdoba ha contado con la participación de la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, y ex ministra de Medio Ambiente; la parlamentaria andaluza Ana Romero, candidata socialista a las Europeas y secretaria de Agricultura de la CEF; y del psicólogo ambiental Manuel Carmona, quienes han trasladado su visión de la importancia de incorporar la ecología, la sostenibilidad y la protección medioambiental como elementos transversales en todas las políticas públicas y también en el día a día de todos los ciudadanos y ciudadanas.
“Desde el PSOE de Córdoba hemos entendido la necesidad de explicar más y mejor hacia dónde caminamos, y por ello hemos puesto en marcha estas jornadas formativas de reflexión y análisis bajo dos focos que para nosotros forman parte ya del ADN de nuestros valores socialistas: el Feminismo y el Ecologismo, como nos autodenominamos en las resoluciones del 39 y 40 Congreso Socialista”, ha comentado Crespín en el arranque del acto, un evento que toma el relevo al foro Socialistas Feministas ya puesto en marcha y que abunda en la lucha contra la violencia de género defendiendo y renovando el Pacto de Estado ante los ataques y el blanqueamiento que hacen PP y Vox sobre la violencia machista.
“Hoy activamos el Foro Socialistas Ecologistas, en el que desbrozamos los inputs de una agenda verde para garantizar el bienestar de hoy y de mañana con voces propias y autorizadas que nos aportan conocimiento y experiencia, como Cristina Narbona, Ana Romero y Manuel Carmona, y que nos exponen cómo los movimientos ecologistas han jugado un papel crucial, como también lo hicieron los sindicatos y los movimientos feministas en sus respectivos ámbitos, en la creciente concienciación de la ciudadanía sobre los graves efectos de un modelo económico que no había tenido en cuenta su impacto sobre los ecosistemas y los ciclos naturales”, ha referido Crespín.
La socialista ha recordado que “durante muchos años, la mayoría de la opinión pública española consideró que este mensaje iba en contra del progreso, e incluso hubo gobiernos del PP que frivolizaban del tema, con Rajoy a la cabeza y su famoso chascarrillo sobre su primo el ecologista o los hilillos de plastilina del Prestige”.
A ello, ha agregado que “no hay que irse tan lejos; porque aquí en Andalucía el Gobierno de Moreno Bonilla no ha tenido reparos en poner en peligro a la propia Doñana con una ley que amparaba riegos ilegales y que frenó en seco Europa; así entiende el medioambiente el PP”, o los “nuevos partidos en la ola reaccionaria de ultraderecha que asola Europa como Vox, que directamente niegan las políticas medioambientales”.
En este sentido, ha arengado a “combatir los bulos, las mentiras y la manipulación que la derecha, aún hoy, hacen de estos principios ecologistas tratando de engañar a la ciudadanía, sobre todo en el ámbito rural”, al tiempo que señalado que el programa medioambiental del PP “ya sabemos de qué va: más caza, más regadío indiscriminado y propuestas aisladas y supeditadas a sectores económicos, y nada de un plan integral contra el cambio climático, y mucho menos, de darle a la ecología el peso que merece”.
Sobre la ultraderecha, resumió el programa de Vox: “sus propuestas negacionistas se centran en derogar todo avance logrado los últimos años en España y en Europea, apostando por seguir explotando los combustibles fósiles, revertir la prohibición de coches de gasolina y diésel a partir de 2035, construir más centrales nucleares y sacar a España del mayor acuerdo climático a nivel mundial. Los bulos y la manipulación torticera de los hechos conforman el programa electoral de Abascal”.
Frente a ello, Cristina Narbona defendió que desde el PSOE “nos anticipamos y desde el año 2000 tenemos un responsable federal de la política ambiental y, posteriormente, dimos un salto cualitativo desde un Gobierno socialista con la aprobación de las 10 primeras leyes de contenido ambiental”. Así, dijo que los efectos fueron asumidos de inmediato por la sociedad, ya que por primera vez, en 2005, se redujeron las emisiones de gases de efecto invernadero, a pesar de un crecimiento del PIB de casi un 4%.
Todo ello, gracias al avance tecnológico que ya se había producido, en concreto en el ámbito de las energías renovables; pero también gracias a la creciente preparación de los empleados públicos y a las advertencias de la comunidad científica que, cada vez con más urgencia, alertaba de los graves efectos del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación…
Sobre la transición justa, los ponentes hicieron constantes referencias a Teresa Ribera, que ahora nos representará en Europa, como una de las socialistas que ha hecho de ella una herramienta respetada e imprescindible para crear empleo, fijar la población al territorio y luchar contra la despoblación rural, y diversificar nuestro tejido productivo.
“Aquí en Córdoba sabemos muy bien cómo los fondos europeos de transición justa aportan riqueza y reactivan la economía de zonas y comarcas vulnerables, como los más de 35 millones llegados al Guadiato tras el cierre de la térmica de Puente Nuevo y que han beneficiado a 11 municipios del entorno con proyectos de reconversión medioambiental”, puso en valor Crespín, que sumó a ello las inversiones estatales en la provincia para garantizar el suministro de agua, mejorar el riego en el Genil Cabra con una mayor garantía del aprovechamiento del agua, reducción de fugas y sostenibilidad en la agricultura de la provincia, o la apuesta por la red de ferrocarril de cercanías y de proximidad en línea con las disposiciones europeas encaminadas a reducir la emisión de gases y la huella de carbono con un transporte público colectivo y sostenible.
