La secretaria general del PSOE de Córdoba y diputada en Cortes, Rafi Crespín, ha condenado el acto vandálico contra la sede provincial del partido en Córdoba que ha tenido lugar a media tarde de hoy y ha rechazado y deplorado la actitud de “quienes no respetan las libertades y las manifestaciones democráticas a través de los partidos políticos”.
La sede del PSOE de Córdoba ha sido atacada sobre las seis de la tarde con el lanzamiento de una botella de vidrio contra la fachada que ha causado la rotura de uno de los cristales de la puerta de entrada. El acto vandálico ha sido inmediatamente denunciado ante la Policía, que ha procedido a visionar los vídeos de las cámaras de seguridad de la sede socialista.
No es la primera vez que la sede socialista en la capital ha sido violentada. Ya ocurrió en mayo de 2020 cuando de madrugada un encapuchado pintó mensajes en la fachada contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, llamándolo ‘asesino’. Igualmente ha sucedido en la provincia, por ejemplo en la sede socialista de Valdeolleros, que fue apedreada de madrugada en plena jornada electoral, y también en Cabra, donde amanecieron pintadas contra Pedro Sánchez tildándolo de ‘tirano’ y a los afiliados de cómplices.
En lo que va de año va más de un centenar de ataques a las Casas del Pueblo del PSOE en toda la geografía española, según los datos compilados por Ferraz. Ponferrada, Almendralejo, Marbella, Granada, Pozuelo de Alarcón, Ejea de los Caballeros, Gijón y, por supuesto, Ferraz. Son algunas de las Casas del Pueblo del PSOE que han sido vandalizadas o donde se ha atacado o increpado a compañeros y compañeras socialistas.
Los ataques son de diferente gravedad: van desde pintadas con insultos o amenazas hasta el lanzamiento de sangre o heces de animal sobre las fachadas de las sedes, pasando por la pegada de propaganda franquista o de ultraderecha. Estas manifestaciones vandálicas desde que Pedro Sánchez llegó al Gobierno tienen como caldo de cultivo el discurso del odio que sectores de la derecha y la ultraderecha han instalado en la sociedad, a la que abonan con la maquinaria de bulos y mentiras, y a la que llaman a usar todas las vías contra el Gobierno acusándolo de ilegitimo.