La secretaria de Educación de la dirección provincial del PSOE de Córdoba, Carmen González, y el parlamentario socialista por Córdoba Antonio Ruiz Sánchez han denunciado hoy a las puertas de la Delegación de Educación de la Junta en Córdoba el “maltrato educativo” que el Gobierno de Moreno Bonilla y el PP infligen a las familias del barrio de Las Palmeras y del distrito Poniente Norte al vetar la adscripción de los niños y niñas de cuatro de los cinco colegios de la zona al nuevo IES Casiana Muñoz Tuñón, ubicado en la zona de Miralbaida.
González recordó que el instituto se diseñó para que hubiese oferta de Secundaria y Bachillerato, pero también FP adaptada a los perfiles de la juventud de la barriada en que se enclava, cuando la realidad es que “el Instituto Casiana Muñoz Tuñón deja fuera a los niños y niñas procedentes de los dos colegios ubicados en Las Palmeras, los colegios Pedagogo García Navarro y Duque de Rivas, y de otros dos centros de Primaria de los tres repartidos por el distrito Poniente Norte, lo que les obligará a trasladarse a otros centros para continuar sus estudios que están hasta a 50 minutos andando desde sus domicilios, lo que parece una broma pesada”.
La también concejal en el Ayuntamiento de Córdoba dijo que el nuevo instituto llegó tras décadas de espera, “primero por la falta de terrenos en el PGOU de la ciudad y después por la irrupción de la crisis que retrasó las inversiones”, y que cuando en 2017 “gracias a los gobiernos socialistas del Ayuntamiento de Córdoba y de la Junta de Andalucía se retomó el proyecto, fue el Gobierno de Moreno Bonilla quien finalmente lo puso en marcha desnaturalizándolo y desvirtualizándolo completamente”, ya que, insistió, “esas instalaciones venían a prestar respuesta a los problemas de abandono escolar temprano en Las Palmeras y el distrito y también de inserción laboral y vemos cómo se han abandonado completamente esos objetivos”.
Así, González sostiene que “a los niños y jóvenes de Las Palmeras se les coarta la oportunidad de formarse y de ser insertados en el mercado laboral, y no nos extraña que Las Palmeras esté entre los 5 barrios más pobres de España si cuando hay herramientas educativas para darles soluciones se les quita, como hace el Gobierno del PP”.
Por su parte, el parlamentario socialista Antonio Ruiz Sánchez comentó las declaraciones realizadas por la consejera de Educación, Patricia del Pozo, relativas a la “capacidad de elección de los padres para elegir centro gracias al sistema de adscripción múltiple”, y aseguró que “si esa capacidad de elección no garantiza una preferencia para el instituto que está más cerca de la casa del alumno es que estamos ante una capacidad de elección muy pírrica y de escaso valor”.
Por ello, abundó en que “lo razonable y habitual” es que los niños y niñas estén adscritos y tengan preferencia a los colegios e institutos más cercanos a sus casas, por lo que agregó que “no entendemos por qué la Junta ha decidido cambiar ese criterio con los estudiantes de Las Palmeras al contrario de lo que ocurre con el resto de alumnos de la capital”.
En este punto, instó a Del Pozo a “explicar el cambio de criterio en Las Palmeras y exponer las razones profesionales que motivan esta decisión”, ya que, apuntó, “el número de alumnos y alumnas que salen de los dos colegios del barrio es muy reducido y no coparían más del 10 o el 15% de las plazas del IES Casiana, por lo que no le vemos mucho sentido”.
SOBRAS Y MIGAJAS, SEGÚN LOS VECINOS
El vicepresidente de la Asociación Unión y Esperanza de Las Palmeras, Antonio Fernández Jiménez, compartió las declaraciones de Carmen González y Antonio Ruiz y recordó que “se ha incumplido un compromiso del anterior consejero de Educación, el señor Imbroda, para que los dos colegios de Las Palmeras estuviesen adscritos al nuevo instituto para no estar a expensas de las sobras de otros centros y recoger las migajas que queden”.
“Lamentablemente estamos otra vez en el mismo punto en el que se nos ofrecen sobras, y queremos derechos, como cualquier otro ciudadano que viva en otro barrio de la capital”, arguyó Fernández, que reivindicó la promesa de que “este instituto era para el distrito” y se lamentó de que “estamos a la cola y se nos sigue ninguneando”