El Grupo Municipal Socialista ha denunciado hoy que el cogobierno municipal conformado por el PP y Cs ha restado 100.000 euros a la convocatoria de subvenciones de concurrencia competitiva de Servicios Sociales, una cifra que supone un 35 % del total.
“Si ya denunciamos que en el presupuesto municipal aprobado en abril se anotaron 800.000 euros a los convenios nominativos y sólo 280.000 a las ayudas en concurrencia competitiva, es más preocupante que finalmente sólo se hayan destinado 180.000 euros este tipos de subvenciones porque el dinero se han destinado a otros fines”, ha denunciado la edil socialista Alicia Moya.
Al parecer, según aclaró la responsable del área en la última reunión del Consejo Local de Servicios Sociales después de la pregunta para la edil socialista, estos 100.000 euros es han utilizado para los contratos de garantía alimentaria que se realizaron de emergencia durante el estado de alarma “unos contratos de los que se informó en su día, no así de la partida presupuestaria de donde salía el dinero”, ha añadido Moya.
Para la edil socialista, es “indignante que habiendo en el presupuesto un gran número de partidas de actuaciones que se sabía no se iban a ejecutar, que el gobierno municipal utilice este dinero para esos contratos y haya asociaciones, que a pesar de tener puntuación suficiente para recibir esa subvención y poder financiar sus proyectos, se hayan quedado sin ella por agotamiento de la partida”. En concreto, se han desechado iniciativas destinadas a la detección, información y acogida en viviendas y recursos para la inclusión de personas y familias en situación de vulnerabilidad y exclusión social frente al impacto de la crisis sociosanitaria del coronavirus.
Moya ha advertido que “la urgencia del momento y la excusa del coronavirus no puede servir para tapar una mala gestión y la ineficacia para resolver problemas”.
El error de partida, aprobar un presupuesto inservible
La concejal socialista ha explicado que “a estas alturas del año estamos acostumbrados a ver pasar por el Pleno numerosas modificaciones del presupuesto, pasando dinero de unas partidas a otras, intentando ajustar unas cuentas que nada tienen que ver con las necesidades de la ciudad”. Y es que, el error de partida estuvo en “aprobar unos presupuestos inservibles desde el primer momento”.
Sin embargo, “no se ha apostado por las ayudas de concurrencia competitiva y se evidencia, una vez más, un modelo social que no cree en la transparencia de la concurrencia competitiva y que vuelcan la responsabilidad de la política social de la ciudad en las organizaciones de voluntariado”.